Un día, sin esperarte llegaste a mi vida. Como un rayo fugaz, te instalaste en mi corazón. Al instante de conocerte supe que serías importante para mí.
Aprendí a quererte como si fueras parte de mi vida.
Estoy segura de que tú sentías lo mismo hacia mí , siempre lo dijiste.
Yo tenía lo que tú necesitabas y tú de una manera u otra también tenías algo que yo andaba buscando.
Tu necesitabas cariño y yo me reservo para mí todo lo que encontré en tí.
Parece mentira que en tan poco tiempo hayas llegado a ser tan importante para mí, que hoy que te marchas no hallo consuelo.
Siempre me decías que me querías mucho y me preguntabas si lloraría el día que te fueras. Hoy lloro desconsoladamente. No pensé que ese día estuviera tan cercano. Te dí un último beso sin saber que no habría más. Recuerdo tu cara, tus cosas, nuestros momentos y no doy crédito a lo que hoy me toca vivir. Tu ausencia me entristece. Hoy pierdo a alguien especial en la tierra, pero se me enciende una nueva estrella en el cielo. Desde allí recibe todo mi amor, como siempre.
Te quiero, descansa tranquilo.
La enana.
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