Hasta que llegaste tú, mi vida era sencilla. Sólo debía pensar en mi comodidad y mi diversión. La preocupación más grande que sentía era si el día estaba soleado o no para salir a pasear con mis amigas.
Hasta que llegaste tú, mi tiempo era sólo mío, dormía serena todo la noche, no usaba reloj ni pensaba en que tendría que preparar para cenar.
Hasta que llegaste tú, pensaba que lo tenía todo y hoy hace once años que me dí cuenta que estaba equivocada, no tenia nada.
En la primera mirada que cruzamos supe que mi vida no volvería a ser la misma, tú la cambiarías.
Desde ese momento "mi vida" empezó a llamarse "tu vida" porque después tu sonrisa viene la mía y detrás de tu tristeza se esconde mi mayor dolor.
Porque si sufres yo no hallo consuelo y si tú triunfas yo lo hago también.
El tiempo ha pasado, once años ya.
Ya no eres aquella niña que lloraba en mis brazos por cualquier contratiempo. Ahora eres casi una mujer. Eres preciosa, honrada, educada, estudiosa, buena hija, tienes muy buenos sentimientos, tienes todo para llegar a ser una gran mujer.
Gracias Sarah por dar impulso a mi vida, por darme fuerzas para luchar contra todo.
Gracias por quererme de esa manera tan especial.
Gracias por ser como eres, maravillosa.
Muchas felicidades por tu cumpleaños, deseo que pases no sólo un día genial, sino que toda tu vida esté llena de momentos mágicos y maravillosos, con alguno no tan bueno también para que éste te ayude a valorar más los momentos felices.
Te deseo todo lo mejor porque te lo mereces.
Te amo,
Mamá